Halbzeit in unserem Viertel

Ich musste heute ein bisschen schlucken, als mir bewusst wurde, dass wir bereits mehr als die Hälfte unserer Zeit hier auf Sizilien hinter uns haben. So schnell ist ein Winterjanuar noch nie vorbeigegangen, und natürlich vermissen wir die Kälte und das viele Grau nicht eine Sekunde lang. Bislang gab es keine Anfälle von Sehnsucht nach Deutschland. Unser Alltag hier hat sich eingespielt zwischen Arbeit und Vergnügen (jaja, manchmal ist auch die Arbeit ein großer Spaß.....). An den allermeisten Vormittagen findet man uns in der Via Piave zumindest einmal im Caffè Pausa, dort nehmen wir den allerersten Cappuccino des Tages zu uns. Der Besitzer kennt uns mittlerweile, wenn wir dort an der Theke stehen, fragt er nur noch "due?" und wir nicken. Sehen wir ihn zu anderen Gelegenheiten auf der Straße, winken wir uns freundlich zu. So hatten wir uns das gewünscht, eine Art Stammcafé zu haben, in dem wir keine Fremden mehr sind.

Schräg gegenüber gibt es einen Spezialitätenladen, der neben belgischem Bier zu vier Euro die Flasche und allen möglichen Spezereien aus Käse und Wurst auch frisches Brot anbietet. Hier sind wir jetzt schon so bekannt, dass wir neulich, als die Verkäuferin nicht wechseln konnte und das Kartengerät außer Betrieb war, problemlos anschreiben lassen konnten. Auch das löst Heimatgefühle in mir aus.

Ein weiterer wichtiger Laden in der Via Piave ist der Fischladen "Oltre mare" von Angelo Capuccio. Einem spontanen Impuls folgend hatten wir dort mal Garnelen gekauft, und nun sind wir alle paar Tage dort und erwerben dort tagesfrisch, was wir so für unsere Mahlzeiten benötigen. Auch dort werden wir jedesmal auf das Freundlichste begrüßt, und Angelo hat neben gutem Fisch auch immer ein paar Rezeptideen für uns auf Lager. Dazu nimmt er uns auch die Fische aus und putzt sie küchenfertig.

Haben wir mittags Hunger und keine Lust auf selbstgemachte Brote, gehen wir gerne in das

"San Giovanni" in der Via San Giovanni alle Catacombe Piazzale San Marziano, wir waren dort schon ein paar Mal zum Kaffeetrinken nachmittags und zur Aperitivozeit am frühen Abend. Auch mittags gibt es dort sehr leckere Speisen zu überschaubaren Preisen, von Nudeln mit Lachs über Melanzane bis hin zu veganen Gerichten.

Die Kellnerinnen und Kellner dort sind ein bisschen knarzig, aber beflissen und servieren zum Abschluss den stärksten Espresso in ganz Sizilien. Danach sind wir bereits für die Arbeit am Nachmittag......

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Medio tiempo en nuestro barrio

Hoy he tenido que tragar saliva al darme cuenta de que ya hemos pasado más de la mitad de nuestra estancia en Sicilia. Nunca un enero invernal había pasado tan rápido y, por supuesto, no echamos de menos el frío y todo el gris ni por un segundo. Hasta ahora, no ha habido episodios de añoranza de Alemania. Nuestra vida cotidiana aquí se ha asentado entre el trabajo y el placer (sí, a veces el trabajo es muy divertido también.....). La mayoría de las mañanas nos puedes encontrar en Via Piave al menos una vez en Caffè Pausa, donde tomamos nuestro primer capuchino del día. El dueño ya nos conoce; cuando nos plantamos ante el mostrador, sólo pregunta "¿te apetece?" y nosotros asentimos. Si le vemos por la calle en otras ocasiones, nos saludamos amistosamente. Esto es lo que habíamos deseado, tener una especie de café habitual en el que dejáramos de ser extraños.

Al otro lado de la calle hay una tienda especializada que ofrece cerveza belga a cuatro euros la botella y todo tipo de especialidades a base de queso y embutido, así como pan fresco. Ya somos tan conocidos aquí que el otro día, cuando la dependienta no podía cambiar y la máquina de tarjetas no funcionaba, pudimos anotar nuestro nombre sin problemas. Eso también me provoca sentimientos de hogar.

Otra tienda importante de Via Piave es la pescadería "Oltre mare", de Angelo Capuccio. Siguiendo un impulso, ya habíamos comprado gambas allí y ahora vamos cada pocos días a comprar pescado fresco para nuestras comidas. Allí también nos reciben siempre de la forma más amable y Angelo siempre nos tiene preparadas algunas ideas de recetas, además de buen pescado. También nos destripa el pescado y lo limpia para cocinarlo.

Hoy he tenido que tragar saliva al darme cuenta de que ya hemos pasado más de la mitad de nuestra estancia en Sicilia. Nunca un enero invernal había pasado tan rápido y, por supuesto, no echamos de menos el frío y todo el gris ni por un segundo. Hasta ahora, no ha habido episodios de añoranza de Alemania. Nuestra vida cotidiana aquí se ha asentado entre el trabajo y el placer (sí, a veces el trabajo es muy divertido también.....). La mayoría de las mañanas nos puedes encontrar en Via Piave al menos una vez en Caffè Pausa, donde tomamos nuestro primer capuchino del día. El dueño ya nos conoce; cuando nos plantamos ante el mostrador, sólo pregunta "¿te apetece?" y nosotros asentimos. Si le vemos por la calle en otras ocasiones, nos saludamos amistosamente. Esto es lo que habíamos deseado, tener una especie de café habitual en el que dejáramos de ser extraños.

Al otro lado de la calle hay una tienda especializada que ofrece cerveza belga a cuatro euros la botella y todo tipo de especialidades a base de queso y embutido, así como pan fresco. Ya somos tan conocidos aquí que el otro día, cuando la dependienta no podía cambiar y la máquina de tarjetas no funcionaba, pudimos anotar nuestro nombre sin problemas. Eso también me provoca sentimientos de hogar.

Otra tienda importante de Via Piave es la pescadería "Oltre mare", de Angelo Capuccio. Siguiendo un impulso, ya habíamos comprado gambas allí y ahora vamos cada pocos días a comprar pescado fresco para nuestras comidas. Allí también nos reciben siempre de la forma más amable y Angelo siempre nos tiene preparadas algunas ideas de recetas, además de buen pescado. También saca el pescado y lo limpia para cocinarlo.

Si tenemos hambre a la hora de comer y no nos apetecen bocadillos caseros, nos gusta ir al

"San Giovanni" en Via San Giovanni alle Catacombe Piazzale San Marziano, hemos estado allí unas cuantas veces para el café de la tarde y la hora del aperitivo a primera hora de la noche. A mediodía, también sirven platos muy sabrosos a precios razonables, desde pasta con salmón hasta melanzane y platos veganos.

Los camareros y camareras de allí son un poco bruscos pero impacientes y sirven al final el espresso más fuerte de toda Sicilia.